UNA MALDICIÓN QUE SIGUE
Pocos equipos ven tan negro su futuro como Chile cuando se
enfrenta a la ‘canarinha’. Decíamos en la previa que solo 13 veces había ganado
a los brasileños de 68 encuentros, con 9 empates y 47 derrotas. Ubiquen ustedes
el partido de hoy donde quieran, bien en las igualadas, bien en los partidos
perdidos. Donde seguro que no lo colocarán es en los partidos ganados. No
convertirán ese supersticioso 13 en un 14.
Se llegó al final del tiempo reglamentario con el empate en
el marcador. No cabía esperar otra cosa, pues los riesgos fueron mínimos por
parte de ambas escuadras y, aunque las ocasiones se sucedieron en uno y otro
lado, el dominio del juego no fue claro para ninguno de los contendientes. Cabe
decir que no fue prioritario ni buscado por nadie en el terreno de juego.
No sorprendió Scolari. Ni lo pretendía ni lo esperaba nadie.
Con los pivotes cerca de los centrales, su salida de balón abusó en exceso del
patadón a Fred para buscar la segunda jugada. Y es que el peso ofensivo del conjunto
brasileño fue exclusivamente para Neymar y Hulk, este en menor medida hasta la
prórroga, cuando fue el mejor. Un juego tan directo perjudicó claramente a
Oscar, que pasó totalmente desapercibido a lo largo del encuentro.
Chile empezó nervioso, muchas imprecisiones con el balón le
impedían llevar el esférico a las proximidades de Bravo. En defensa, Neymar
conseguía ganar la espalda de los tres centrales repetidamente, demasiado
adelantados.
Una y otra vez, siempre con balones largos, Neymar encaró y
llegó. En la primera dudó, en la segunda le salió desvíado y en la tercera Jara
desbarató la ocasión para el 10 brasileño. Pero no sería Neymar el que anotara
el gol de la ‘canarinha’. Botó el córner, eso sí. Peinó Thiago Silva y David
Luiz, en el segundo palo, envió el balón al fondo de las mallas. Alegoría del
equipo de Scolari, participando los que son sus tres hombres claves. Con nada,
Brasil estaba por delante.
Pero el gol en lugar de animar a Brasil, le hizo recular aún
más. Insistió en su plan Scolari y Chile lo aprovechó para dar ese pasito
adelante y quitarse la presión. Debía buscar el gol, no le quedaba otra, e hizo
de la necesidad virtud. Apretó a Brasil en todo el campo y la ahogó en su
campo. Resultó así el gol ‘rojo’. En un fallo de salida de balón, Vargas cortó
y cedió a Alexis ajustó al palo tras un buen control.
Sin dominio claro, como decimos, hubo ocasiones para que el
marcador se moviera. Neymar, de cabeza, tuvo otra y Alves probó a Bravo desde
la larga distancia. También tuvo Julio César que sacar lo mejor de sí antes del
descanso, con una buena intervención a intento de Aránguiz.
La segunda parte tuvo otro cáliz. A Chile sí le espoleó su
empate, le hizo dar un paso adelante. Si alguien tuvo dominio, fue ‘La Roja’
durante unos veinte minutos largos. Encontraba a Alexis que acumulaba defensas
y soltaba el balón para encontrar espacios Isla y Mena en las bandas. En una de
estas, llegó la ocasión más clara. De nuevo Aránguiz remató a bocajarro un centro desde la derecha. Lo hizo al único
sitio donde no había red sino portero. La maldición chilena sobrevolaba Belo
Horizonte. Y bajó su vuelo un poco más cuando al final de la prórroga, Pinilla,
factor diferencial chileno en los últimos minutos, estrelló un balón en el
larguero.
Y por parte brasileña, el mejor jugador pasó a ser Hulk. Su
derroche físico fue, simplemente, descomunal. Hacia el minuto 55 marcó un
auténtico golazo. Se apoyó en su mano en el control y lo vio Webb. No tuvo
broche para su sensacional partido. La volvió a tener tras sensacional jugado.
Remató con la derecha y Bravo hizo la parada del partido. Conforme avanzó el
partido y se llegaba a la prórroga mayor era su diferencia física con la del
resto de jugadores sobre el campo. Su combustible parecía eterno. Como si no
hubiera existido un parón entre el minuto 90 y el 91, en el primer minuto de la
prórroga hizo una carrera de 60 metros conduciendo el balón para ser objeto de
una falta peligrosa, sin consecuencias.
ABOCADOS A LOS PENALTIS
Pese a que hubo ocasiones, ambos equipos daban por bueno el
empate. El cansancio se acumulaba y entraba en juego el factor psicológico.
Brasil es la bestia negra histórica de Chile. Y la tradición en el fútbol
juega. Y mucho. Y también la estadística. Si miran los datos de Mister Chip
(@MisterChip en twitter) comprobarán la importancia de lanzar primero. Y lo
hizo Brasil.
2-0 se puso Brasil tras dos fallos de Chile y solo uno
brasileño, de Willian. Chile hizo su tercero con un auténtico golazo de
Aránguiz, y el chupinazo de Hulk se topó con Bravo. Díaz forzaba que el quinto
lanzamiento de cada equipo fuera definitivo. Y vaya si lo fue. Neymar engañó a
Bravo y Jara se topó con el palo, dando el pase a cuartos a Brasil.
Sigue así Brasil siendo la bestia negra de Chile, como en
Francia ’98 y en Sudáfrica ’10. De nuevo en octavos, sin dejarles llegar a
aspirar con hacer algo grande. Sin dejarles acceder a las rondas en que se
cuecen los títulos. Mucho deberá mejorar Brasil si quiere ganar este Mundial
sin sospechas arbitrales. Una cosa es segura. Las maldiciones es muy difícil
quitárselas de encima. Y esta, en concreto, sigue sin cesar.
Alejandro Gómez
@remiggius
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