miércoles, 24 de mayo de 2017

El milagro de Estambul: (Historias de la UCL):


Corría el año 2005, George Bush comenzaba su segunda legislatura como presidente de los Estados Unidos, un país envuelto en una guerra con Irak - que no acabaría hasta 2011 -. El mundo llora este mismo año de la muerte del llamado Papa Bueno (Juan Pablo II). En España se trata de un año de muchos conflictos con la banda terrorista ETA, y de novedades monárquicas con el nacimiento de Leonor - Actual princesa de Asturias y  primera línea de sucesión al trono español -. En el plano deportivo, aparecen con mucha fuerza dos nombres que desde este 2005 iban a ser considerados de los mejores deportistas españoles de todos los tiempo. Rafael Nadal gana su primer Roland Garros y Fernando Alonso su primer campeonato de Fórmula 1.

Es un 25 de Mayo del año 2005 cuando se juega la final de la Champions League, considerada como la mejor final de toda la historia de la competición. Liverpool y AC Milán se enfrentaron en el Estadio Olímpico de Estambul. Con esta oda al fútbol comenzamos este serial de las grandes historias de la Uefa Champions League. Comenzamos.

Una final a la altura de equipos:

Liverpool y Milan, entre estos dos gigantes del fútbol europeo se jugaría el cetro de la Uefa Champions League. Cabe recordar que Milán y Liverpool - en este año 2005 - son el segundo y tercer equipo con mas Champions en su haber.

El conjunto italiano, entrenado por Carlo Ancelotti, contaba con una de las mejores plantillas -si no la mejor -  de toda Europa. Recordado por todos es el medio del campo custodiado por Gatusso, dando alas a Seedorf, Pirlo y Kaka. Si por fuera poco, contaba con defensas de la calidad de Nesta, Maldini o Cafú y con Shevchenko y Crespo en la punta del ataque. Casi nada.

Si el Milan contaba con una plantilla envidiable, el "Spanish Liverpool" no podía ser menos -Pese a tener menos nombre-. Entrenado por Rafa Benítez, la "españolización" del conjunto red comenzaría un año antes con los fichajes de Luis García, Josemi, Morientes o un jovencísimo Xabi Alonso. Capitaneado por Steven Gerrard y con un bloque muy perfeccionado - Como todos los entrenados por Benitez- llegó a la final de la UCL tras eliminar a equipos como el Leverkusen, Juventus o el Chelsea.


Historia de la mejor final de la Champions League:


Rodaba el balón en el Olímpico de Estambul y el AC Milán salió en tromba para asegurarse su "teórica" séptima Copa de Europa, todo lo contrario de un Liverpool que no se le reconoció en los primeros cuarenta y cinco minutos, un equipo que sin su identidad se convertía en vulnerable.

No había pasado ni un minuto de juego cuando el capitán del equipo rossoneri Paolo Maldini propinaba una gran volea a centro de Pirlo para poner el primero en el marcador. El conjunto inglés se encontró con un duro varapalo para comenzar una final, el guión no podía ser peor... o eso pensaba Rafa Benítez al empezar el partido.


Paolo Maldini adelantó al A.C Milán
Pirlo, Gatusso, Seedorf y, sobre todo, un extraordinario Kaka, comenzaron a dominar el tempo del partido dejando al Liverpool sin opciones de recuperación rápida. Este último, pasada la media hora de juego, se inventaría un pase para que Shevchenko sirviera en bandeja a Hernán Crespo el segundo gol del Milán.

La historia se mascaba trágica para el conjunto "red", más aún cuando en el último minuto de la primera parte Kaka decidía dar la segunda masterclass de pases en profundidad, para dejar mano a mano a Crespo, el cual picó la bola para que Jerzy Dudek no pudiera llegar. 

Crespo anotando su segundo gol de la final 


Con tres a cero se fueron al descanso italianos e ingleses, las caras de unos y otros captaban a la perfección lo que acababa de pasar. El AC Milan se veía campeón y el Liverpool estaba totalmente abatido bajo el cielo de Estambul.

Las energías en el mundo del fútbol son indescriptibles, no se pueden explicar, ni mucho menos entender. Aún no sabemos que fue lo que les dijo Rafael Benítez a sus jugadores en aquellos vestuarios, pero lo que vimos después es la mayor remontada de la historia de las finales de Uefa Champions


La tormenta "red":

El Spanish Liverpool comenzaba la segunda parte de otra forma totalmente distinta y la ciudad turca de Estambul pudo ver una tormenta perfecta en tan sólo seis minutos. el capitán Steven Gerrard puso la primera piedra en la remontada red, tras endosarle a Dida un precioso cabezazo a centro de Riise.


Un equipo abatido se convirtió tras los quince minutos de descanso en un auténtico ejército que aparecía en el la portería rival a base de centros, pases dibujados por Xabi Alonso y Gerrard, y tiros desde cualquier posición para incomodar a un AC Milán que comenzó a echarse para atrás debido a estos golpes.

Dos minutos después del gol de Gerrard, Smicer -que entró en el minuto 23 en lugar de Kewell- pondría el 2 a 3 en el marcador gracias a un tiro lejano y certero al palo largo de la portería del AC Milán. El milagro se estaba construyendo y los de Benitez no pararían hasta conseguirlo.

Xabi Alonso, uno de los mejores medio centros de la historia de España sería el encargado de poner un broche de oro. El donostiarra, que por aquel entonces era un jovencísimo medio de 24 años -sin su barba característica-, no había desarrollado todavía el juego que pudo desarrollar a lo largo de su carrera, pero aún así ya daba muestras del buen jugador que era, y sobre todo de la valentía que tuvo para tirar un penalti que significó el empate a tres. Falló el penalti, más bien lo paro Dida, pero se tiró con todo al rechace para marcar el gol que significaría la confirmación de un milagro en tan sólo seis minutos.


Una vez más, pudimos ver como el fútbol es una materia indescriptible, cambiante y adictivo. El todopoderoso Milán arrasó en la primera parte, pero la "ola" le volvió mucho más fuerte en tan sólo cinco minutos. Pese a intentarlo en varias ocasiones tras el empate, los italianos se encontraron con otros de los nombres propios de la gran final, Jerzy Dudek. El portero polaco sacó dos manos transcendentales ante Shevchenko para mantener con vida al conjunto de Rafa Benítez.

Tras una prórroga donde se primó más el nerviosismo y el juego defensivo ante el buen juego, la gran final llegaría a la tanda de penaltis. La emoción se podía palpar en Estambul, y otra vez, el destino futbolístico se pondría de parte del conjunto inglés.

Tras los fallos de Serginho y Pirlo por parte del Milán, y de Riise por parte del Liverpool, la tanda de penaltis llegaría a su fin con el tiro de Sevchenko. El gigantesco jugador ucraniano encaraba el punto de penalti del Olímpico de Estambul, mientras que el bueno de Dudek se movía de un lado para otro con una aparente tranquilidad que plasmaba con una sonrisa. Sevchenko pegó al balón de manera suave al centro, y jerzy Dudek pudo obrar el milagro.



El milagro estaba escrito, el Liverpool había podido conseguir el mayor hito de la historia de las finales de la Uefa Champions League. Rafa Benítez coronó al equipo del condado de Merseyside ganando su quinta "orejona" tras 20 años sin alcanzarla.

El milagro de Estambul sirvió para que el conjunto inglés volviera al lugar que le correspondió. Casualidades del fútbol, dos años después volverían a enfrentarse italianos e ingleses, y el conjunto milanés se sirvió su propia venganza ganando la final por dos goles a uno.

 


  

No hay comentarios:

Publicar un comentario