Tributo al fútbol en Manaos:
No se puede hablar de
derrotados en el partido disputado ayer en Manaos. Italia consiguió llevarse la
victoria y pinta a líder final de este grupo tras la derrota de Uruguay ante
Costa Rica, pero los ingleses se fueron con la sensación de que, por fin,
pueden enfrentarse cara a cara ante las selecciones del más alto nivel mundial.
Fue un partido tremendo, el mejor del Mundial hasta ahora
Salía Italia en su versión
más “prandellista”. Acumulación de jugadores de toque alrededor de Pirlo,
siempre secundado por hombres de gran despliegue físico como Verratti y De
Rossi. Ritmo lento pero seguro. Por el contrario, los “pross” mordían cada
balón y al recuperarlo buscaban rápidamente la portería contraria con la velocidad
de sus hombres de arriba. Siempre muchos hombres por detrás del balón, Hodgson
se basa mucho en el Liverpool de este año en la Premier. Y es que salieron 5
‘reds’ en el once inglés.
En la banda derecha italiana
se cocinó su triunfo. Los envíos precisos de Pirlo siempre iban dirigidos esa
banda, donde Darmian, excelente lateral, doblaba con sentido y continuidad a
Candreva, que ayer jugó un destacadísimo partido. Entre los dos pusieron en
apuros contínuos a Baines. De allí salió el córner que se convertiría en el
primer gol italiano. Sacado en corto, Pirlo fue a recibir pero no la tocó,
llevándose con él a un jugador inglés y dejando solo a Marchisio en la frontal
que pisó el balón y la clavó allí donde quería. Pasando por un mar de piernas,
se coló pegadita al palo. Hart difícilmente pudo hacer más.
Pero no se arrugó
Inglaterra. Seguía confiando en su sistema, en la velocidad de sus cuatro
jugadores de arriba. En un suspiro después del gol italiano, Sterling envío en
profundidad un perfecto pase para Rooney, hoy escorado a la izquierda y por
ello menos participativo. Levantó la cabeza y puso con la zurda un preciso
centro al que Paletta jamás soñó en llegar, allí donde hace daño, el sitio en
que ni central ni portero pueden llegar jamás. Sturridge alargó su tremenda
temporada en Anfield remachando tras bote, nada fácil, e igualando el luminoso.
Parecía claro que llegaría
el descanso con el empate en el marcador. No era mal resultado para ninguno de
los dos y la humedad de Manaos aumentaba el cansancio. Y hubiera podido no ser
así gracias a una Genialidad de Balotelli. En un buen pase de Pirlo, el
delantero del Milan se quedó demasiado escorado a la izquierda, con Hart
saliendo a tapar. Trató “SuperMario” de sortear al portero del City elevando el
balón estando parado. Jagielka salvó sobre la línea el que hubiera sido uno de
los goles del torneo. Poco antes de dirigirse a los vestuarios fue Candreva el
que la tuvo, pero su disparo se estrelló en el palo corto de la portería
inglesa.
Al volver de las casetas
para la reanudación las ocasiones no cambiaron de bando. Un centro, de nuevo
desde la derecha y de nuevo de Candreva, con su pierna mala encontró la cabeza
de Balotelli, que ganó la espalda de Cahill. De inapelable testarazo puso a su
equipo por delante. Hoy Mario estuvo más por el futbol que por las cámaras y su
equipo lo agradeció.
Una vez más el conjunto de
Hodgson se veía por debajo en el debut y se resistía a dejar escapar los
puntos. Al defensivo cambio de Prandelli, que sustituyó a Verratti por Thiago
Motta respondió Hodgson dando entrada a jugadores ofensivos como Barkley o
Wilshere. Tuvieron “los tres leones” oportunidades para conseguir la igualada,
pero las ocasiones de Rooney, Barkley, Sterling… se fueron al limbo, ejecutadas
más con precipitación y ansia que con precisión.
Italia consigue así sus tres
primeros puntos del mundial. Por muy mal que llegue la “azzurra”, la
competición estimula a unos jugadores que, generación tras generación, y con
más o menos talento, heredan una capacidad competitiva que solo puede
equipararse a la de los alemanes. Inglaterra, por su parte, murió de pie,
siendo la Inglaterra que todos esperamos y queremos ver, por nivel y por
historia. Su actuación de ayer debe valerle para ganar confianza y afrontar sus
próximos dos partidos sabedores de su capacidad. Fue un partido digno de un
Mundial. Un partido digno de dos campeones del Mundo.
Escrito por Alejandro Gómez
@remiggius
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