domingo, 18 de mayo de 2014

CRÓNICA BARCELONA 1-1 ATLÉTICO DE MADRID

DE ESTÉRILES Y VIRILES:



Albergaba el Camp Nou la bautizada Final de la Liga. Atleti y Barça se enfrentaban en la jornada 38 jugándose el título liguero. El local, el Barcelona, debía buscar la victoria para conseguirla. Al visitante, el conjunto de Simeone, además de vencer le valía el empate, en una analogía de los puntos negativos y positivos ya desaparecidos, donde empatar como local se penaba con un -1 logrando el visitante un +1.

Si en las dos últimas jornadas ninguna de las dos escuadras había conseguido la victoria, la lógica y la estadística  apuntaba que así siguiera, y sólo era posible con el empate que se ha producido. Un 1-1 que encumbra a los cielos a los colchoneros, que por méritos propios se han metido entre los que parecían los únicos candidatos a ganar el campeonato, acabando invictos tanto ante Barça como Real Madrid.

Empezó el partido con el guión que todos esperaban. El Atleti presionaba en todo el campo, con las líneas muy juntas, buscando la portería de Pinto tan pronto como recuperaban la pelota, bien con pases directos o bien abriendo a las bandas, donde siempre encontraban superioridad ante los laterales azulgrana. Los barcelonistas por su parte intentaban tener el balón. Y digo intentaban porque jamás consiguieron mantener una posesión larga de las que acostumbran, de las que sitúan al equipo, organizándose alrededor del balón.

No encuentra ni parece que vaya a encontrar remedio el Barça de Martino para una estrategia defensiva tan simple como efectiva. Como hizo el Elche la semana pasada  y enésimos equipos antes que ellos, “si el Barça juegan sin nueve, vamos a provocar que centren a la nada”. Así una y mil veces. Y en la ejecución de estrategias nadie mejor que este Atleti.

Todos los balones parados llevaban peligro para el Barça, así como los centros laterales. Koke tiene un guante y los culés escasean de centímetros. Pese a ello, cedieron demasiados córners y faltas laterales. Miranda remató una fuera a los 6 minutos, y una indecisión entre Piqué y Pinto casi acaba con el balón en las mallas tras centro de Juanfran, en jugada calcada a la del gol de Adrián en Stamford Bridge.
El primer varapalo para los atléticos llegó en el minuto 13. En una carrera Diego Costa, que llegaba tocado, se rompió en músculo y alma, y no pudo reprimir las lágrimas al ser sustituido por Adrián. Apenas 5 minutos después era Arda el que caía lesionado y entraba por él Raúl García. Puede que por el golpe psicológico, el Atleti se echó unos metros hacia atrás en todas sus líneas, dejando paso a los mejores minutos culés, si es que se puede decir así. Se ordenó más cerca de la portería rival, con el carril de Alves siempre libre. Sus centros, deficientes como siempre, adolecieron de rematador. Como siempre.

De la nada salió el gol del Barça. Un balón colgado por Cesc trató de controlarlo Messi con el pecho. Salió largo el balón, cayendo cerca de Alexis que enganchó un derechazo tal cual llegaba el esférico que se coló imparable por la escuadra corta de un Courtois que, hasta entonces y a partir de este momento no volvió a estar exigido.

Acabó la primera parte como empezó la segunda, con una sucesión de córners favorables al Atético, cada uno concedido por los azulgrana de forma más cómica que la anterior. La defensa azulgrana temblaba y en uno de ellos llegó el gol. Cuando el luminoso marcaba el 48 de juego, Godín entrando solo y rematando igual, envió al fondo de las mallas uno de los excelsos centro de Koke. Pinto no tuvo reacción, lanzándose muy tarde, y la defensa temblaba, pues minutos antes Villa disparó a la madera un zurdazo a la media vuelta. Las malas noticias acabaron de llegar 10 minutos después cuando Busquets se lesionó, dando entrada el Tata a Song al cabo de unos instantes.

El resto del partido fue un quiero y no puedo para el Barça. El Atlético estaba muy cómodo encerrado y despejando los centros de Adriano y Alves, huérfanos de ariete, o los caracoleos imposibles de Messi o Neymar, que entró por Pedro en el minuto 62. Y es que las ayudas cuando recibían uno de los dos eran dobles e incluso triples, en un despliegue físico que tuvo su tercera víctima en Adrián, que pidió el cambio al lesionarse. Sosa entró por el asturiano.

En el minuto 64 encontramos la jugada polémica del partido. En un centro de Alves el balón sale rechazado y Messi empala con la zurda para marcar. No obstante, el asistente de Mateu Lahoz señaló fuera de juegó del argentino y el tanto fue anulado. Error del juez, que no vio que el balón tocaba en Juanfran y no en jugador alguno del Barça. Ningún blaugrana, en el campo ni en la grada, protestó lo más mínimo, como si se entendiera que no se merecía ni el gol ni la Liga, en un ejercicio de impotencia sin parangón.

Apenas volvió a inquietar el Barça al equipo de Simeone, descontando un lejano tiro de Alves que desvió Courtois. Y es que las contras del Atleti hacían parecer que estaba más cercano el 1-2 que el posible 2-1, obteniendo siempre faltas o córners a su favor.

Se despidió el Camp Nou con pitos de sus propios jugadores, en una forma irrisoria, nostálgicos de una forma de jugar que no hace tanto les dio los mayores triunfos, catalogándose por muchos como el mejor equipo de la historia. No parecieron querer nunca esta Liga, mostrando una falta de apetito competitivo que le sobró a su rival de hoy, en un fin de Liga que muestra el fin de un equipo al que se le marchan dos de los tres capitanes.

Gana así el Atlético de Simeone su décima Liga española. Lo hace en el Camp Nou, hogar del anterior campeón. Y lo hace siendo aplaudido por la afición culé. Hace dos temporadas que el argentino cogió al conjunto eliminado por el Albacete en Copa y muy cerca de los puestos de descenso. Solo dos temporadas después ya son campeones ligueros con todo merecimiento. En un equipo en el que no existen jerarquías y en el que solo manda el entrenador es más fácil involucrar a toda la plantilla. Todos asumen su rol y luchan por ver quien corre más y le alivia mayor cantidad de trabajo al compañero, sin pensar jamás en el siguiente partido. Ni aunque el próximo sea la final de la que puede ser su primera Champions. Aunque se tenga que pagar el peaje de las lesiones de Costa, Arda o Adrián. Partido a partido. Final a final. Campeonato a campeonato.


Enhorabuena Atleti!


Alejandro Gómez
@remiggius

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